miércoles, 16 de noviembre de 2011

Una escuela con mucha historia...


Un dia de Junio, mientras iba a una cita al Hospital Calderón, decidí que la forma más rápida de llegar era... caminando. Caminar a medio día es diferente de caminar en la mañana o en la tarde, no se si será la forma que ilumina el sol, será que no se ve la gente "corriendo" para llegar a sus trabajos... lo que si recuerdo es que al ver este edificio metálico -que actualmente alberga una escuela- es que tenia un nuevo color en sus paredes... y fue irresitible no tomarle una foto. Segui caminando, pensando en que una escuela de 120 años de antiguedad, debe de ser muy resitente, para haber resitido muchas generaciones de niños. De no ser por el mantenimiento que le han dado, esta pequeña joya se habría perdido oxidada hace mucho tiempo...





One day in June, while attending an appointment at Calderon Hospital, I decided the quickest way to get there was ... walking. Walking at noon is different from walking in the morning or afternoon, maybe is the sunlight, maybe I saw less people "rushing" to get to work ... So I remeber remember I saw this metal-building that now houses a school, sporting a new color on their walls ... and was irresitible not take it a picture. I kept walking, thinking that a school of 120 years old, must be very resistant to have withstood generations of children. If not for the maintenance that has been given, this little gem would have been lost long ago rusted ...




sábado, 12 de noviembre de 2011

Teatro Nacional

Una noche, caminando por San José, me topé de frente con el Teatro Nacional, bellamente iluminado, y como si fuera la primera vez que lo veo; no dude en tomar esta foto. Quedé meditando acerca de esos sitios que uno  -como parte de esos miles de peatones que atraviesan el centro de San José todos los días- ve todos los días, y sencillamente ignoramos, olvidándonos de la belleza escénica que nos pueden ofrecer.

Por este motivo, decidí crear este blog para poder registrar aquellos sitios, nuevos y viejos que hacen de la capital de Costa Rica, un lugar especial. La sensación de poder observar aquel detalle que siempre ha estado allí, pero nunca nos hemos detenido a observar, es única, y nos ayuda a apreciar aquello que verdaderamente es nuestro.